TOLERANCIA DIVINA
Por José Dávila A
¿Nosotros? Pues estamos muy bien. Claro, por supuesto que sí. ¡Nos llevamos de maravilla! En cada encuentro que tenemos nos abrazamos y cariñosamente nos besamos. Nunca dejamos de hacerlo. Día tras día, externamos nuestros mejores deseos para que nos vaya bien en nuestros respectivos trabajos. En ocasiones, si el tiempo lo permite, almorzamos juntos y luego vamos por los hijos a la escuela. Los fines de semana salimos todos a pasear; cuando uno no puede, pues el otro se va con los chamacos y no hay problema. ¿Qué si tenemos discusiones? ¡Ninguna! Ni pensarlo...No pasa nada, te lo juro. Mira, ayer ella tenía que salir de viaje y la llevé al aeropuerto para desearle un feliz viaje. Me despedí con un beso y le prometí que haría cargo de los críos. De veras, nos llevamos de maravilla. Vivimos un divorcio perfecto.
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1 comment:
Parece el mundo del edén, porque normalmente las cosas suceden al revés. No se ven, no se hablan, nos comparten sino utilizan a los niños, no se apoyan... en fin.
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